lunes, 1 de febrero de 2010

Sigue siendo sorprendente como el destino a menudo te encuentra en lugares inesperando,
y así fue cómo después de olvidarme descubrí tus curvaturas, las licencias que te permito, el ritmo de tus suspiros, idiomas evasivos...

Es curiosa tu manera de quererme amándome, deseándome. Pero faltó aquello que nunca logré averiguar, quizá te pregunte algún día... y tú tampoco sepas qué responder...