Ya no más constelaciones de migajas, estómagos como canicas, frases cómplices que no valen nada, miradas de relámpago que fulminan escenarios, ni sonrisas parecidas. Por favor, ya no quiero horas fechadas, madrugadas de espectros y sobresaltos, parpadeos con tu nombre nunca más... Si, a pesar de nada, sigue saliendo el sol cada mañana... Ya no...