jueves, 30 de julio de 2009

Y, ¿por qué no?

Es tan probable que nunca llegues a saber que te soñé

como lo es que dejes todo para quedarte conmigo.

Yo sé que aunque grite no vas a escucharme

pero me consuela saber que nos cubre el mismo cielo;

que en la vida las cosas suceden por algo y que quizá...

sí me haya sido concedido el don de creer que existe un destino

que nos guió silenciosamente

entre tantos minutos de esta eternidad,

tantos lugares en los que podíamos estar,

hasta unir tu camino y el mío en esos instantes que ahora ya no quiero olvidar.


Pensar que en este mundo hay alguien que recuerda tu sonrisa

y espera la ocasión de enfrentarse de nuevo a tus ojos

para apostar su suerte, qué puede perder ya,

a un todo o nada.

No hay comentarios: