
No necesito contar los días que me has faltado, no soy capaz de expresar todo lo que agradezco el tiempo que me regalaste, las cosas que me has enseñado, no hay nada en mi vida que no te deba, no sabré seguir sin ti a mi lado, no quiero asumir que era el momento, prefiero pensar que merecías muchos más momentos, sentados en el sofá, mirándome como sé que nadie más me mirará, sabiendo que tenía tu ayuda... pocas cosas importaban.
No puedo borrar el miedo en tus ojos, la angustia en tu costado, el dolor que supone no ver más tu cara, no sentir tus besos ni el calor en tus manos, no puedo olvidar que la última vez que escuché tu voz me dijeras: "Adiós, hija, adiós"